Volver a encontrar el “Clic”

Volver a encontrar el “Clic”

En ocasiones, nos vemos caminado por el sendero de nuestra vida como pasantes, como observadores ajenos, como si de una película o novela se tratara… De repente, casi como un milagro, algo ocurre……a veces es una conferencia o jornada formativa o una nueva relación sentimental, otras una amistad repentina y fresca,  un aparentemente sencillo cambio de trabajo o una mudanza………a veces incluso aparece como una simple señal, un comentario, una conversación o un gesto que nos lleva a hacer ese singular paso hacia delante que nos marca un antes y un después: “EL CLIC”

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Durante esta etapa todo es nuevo, fascinante, ligero,…  nos llenamos de aprendizajes, nuevas promesas y grandes proyectos de futuro. Es como un despertar en el que uno agradece estar más consciente, el haber logrado y vivido grandes momentos. Pero, ¿Qué pasa cuando dejas esta maravillosa etapa atrás?, ¿Qué sucede cuando el día a día te envuelve de nuevo y sigues en el mismo trabajo, la misma familia, los mismos amigos, con los mismos pequeños vicios de conducta, e incluso con las mismas manías?

En un momento -sin apenas darte cuenta- has vuelto al lugar de dónde partías (o eso creemos), ese lugar dónde está el peso de tu rutina, dónde no te das cuenta que la vida pasa, dónde te embargan las dudas, la tristeza,…

Serendipia

Alguien me dijo una vez que los aprendizajes más profundos se llevan puestos, aunque a veces nos olvidemos de ellos. ¡Y de eso se trata! De hacer un pequeño recordatorio de aquello que nos hizo vibrar, del camino que recorrí y cuáles fueron mis experiencias, sensaciones y, sobre todo, motivaciones. A veces, es volver a encontrar ese “clic” que nos impulsó por primera vez. Es empezar a tenerlo presente y de nuevo, casi por arte de magia, nos encontramos con una nueva mudanza, relación, cambio, señal, conversación, taller, comentario o gesto que nos recuerda cuál es nuestra fuerza, cuál es nuestro potencial, qué es lo que está en mi mano y qué es lo que puedo hacer si así lo elijo.

Todos necesitamos de otros, todos influenciamos en alguien. Agarrémonos con pasión a la vida, disfrutemos de todos los momentos, incluso de los no tan buenos, porque de ellos sacamos un aprendizaje muy valioso. Atrevámonos a arriesgarnos a ser felices, elegir entre tener razón y ser feliz es fácil. Yo prefiero no tener razón, elijo “ser feliz”.

Vive la vida “conectado” con  “presencia” y disfruta del “viaje”….

Dora de Teresa